miércoles

María

No es fácil echar la vista atrás y contar lo vivido, pero no es lo que voy a hacer. Lo que yo hago es distorsionar la realidad de forma que me guste lo suficiente como para contarlo. En tu caso, la realidad me deforma a mí, dejando para ti lo mejor de mi esencia, pues eres indudablemente la receptora de mis letras. Pero eso es precisamente lo que me gusta, no puedo engañarte aunque lo intente. Y aunque lo intentara no sería suficiente, me exijo demasiado en cuanto a letras para ti, porque tus letras colorean mi vida, la matizan y la retocan, le dan brillo y maquillan la sombra. Como si de una foto editada habláramos, mi vida está lista para ser publicada, siempre que tú estés cerca... Pero siempre tienes más... Te amo como el primer día y lo haré hasta el último.

...

Un día sin ti... Dándole vueltas a todo, nubloso, distante, difícil de asimilar. Lo mejor que saco de este día es la seguridad de que cada segundo a tu lado es mejor que el anterior.
      Me encanta tu mirada, me previene de mis miedos cuando llegan. También tu manía de meterte conmigo, me encanta picarte, pero no me gusta que dudes.
       Una vez más, te amo, odio ser incapaz de escribir algo decente, pero ni el mejor poeta sería suficiente. Este escrito es genuinamente corto, pero es muy directo, te digo sinceramente lo que hay dentro de mí...
Otras líneas emocionalmente negligente al lado de lo que hace sentir tu cuerpo entre mis brazo.

lunes

Te quiero

Me pides que te escriba, ¿pero qué puedo poner que no sepas?

Te quiero, desde lo más profundo de mis pensamientos hasta el puro deseo físico, estoy probando un poco de tu amor y siento que no puedo pedirle nada mejor a la vida. Eres la razón de mi constancia, la perdidión de mis sentidos, el regalo a una vida, mi felicidad... Pienso corresponder como te mereces, porque menos es un delito.

No sé si será la paranoia desenfrenada de lo que considero mi gran oportunidad, o la verdad camuflada entre abrazos, besos y caricias en un sofá, pero no encuentro palabras con suficiente significado para ti. Una película me enseñó que por más que lo intentes siempre va a haber alguien que sepa hacerlo mejor, por lo que es bueno terminar los escritos importantes con una cita de otro autor, espero que este te guste porque razones tenemos todos, pero yo, muchas más que vosotros... Te amo.

martes

Londres.

La capital de los tópicos aseñorados, del té, de la música rock, del salve a la reina y del comienzo de una época de progreso, malestar y unión forzada.



Londres toma un nuevo significado en mi mente. Suena en mis oídos como la llave maestra de mis ilusiones, los proyectos frustrados toman vida en un nuevo lugar. Sé que llegarán dificultades, sobretodo iniciales... Pero, acompañado de la gente adecuada y con el entusiasmo propio de alguien que revive sus oportunidades, estoy dispuesto a volver a enfrentarme a mis miedos.
Es una ilusión vaga, no sé que sucederá finalmente, pero la simple idea de huir de aquí me atrae como la luz a un mosquito.


Desde aquí contaré, a quien quiera leerlo, mi devenir en esta nueva aventura.

jueves

El cuento de cuentos jamás contado(2)

Y continuó... Se despertó un día en su, cada vez más habitual, envoltorio de sudor y lágrimas tras una mala actuación en un cuento. Este constaba más o menos de los mismos recursos que cualquier otro, pero esta vez a nadie le interesó. El autor era un escritor joven y con muchas ganas, que deslumbraba con sus relatos a todo el que los leyera, pero basaba su éxito en la pasionalidad de su prosa. Total, que contrató al archienemigo de nuestra querida muletilla: La moraleja.
Nuestra protagonista mantenía un relación de amor-odio con su compañera. Se odiaban como el árbol odia a la brisa, que tira sus hojas cuando el otoño nos deprime después de las vacaciones y, aun así, se querían por formar parte de un todo que estaba por encima de cualquier sentimiento. Tras varios encontronazos no deseados, nuestra amiga estaba al borde del colapso, no necesitaba que nadie cuestionara su identidad, ni su forma de trabajar, no necesitaba alagos ni desprecios pero, por supuesto, la gran mayoría de las veces necesitaba a su archienemiga para poder existir.
A la tarde siguiente se encontraron por casualidad, siendo leídas por un grupo de estudiantes en la biblioteca. La muletilla, siempre amigable, la saludó cordialmente, dejando evidente en su gesto que era suficientemente frívola como para enzarzarse en una lucha. Pero La Moraleja, dando sentido a su fama de alborotadora, comenzó una agresión verbal en la que no vamos a profundizar porque no merece la pena. La Muletilla no aguantó la presión de sentirse atacada, y se apagó como se apagan las velas de una tarta de cumpleaños después del alboroto de la fastidiosa cancioncilla. Continuará...

miércoles

El cuento de cuentos jamás contado.(1)

Érase una vez una muletilla para empezar a escribir, era mediocre, no destacaba precisamente por su lucidez. Era fácil, recurrente, y de alguna manera, constante en el tiempo. Poco sabemos de su pasado, y tampoco ponemos demasiado interés en saberlo es, por así decirlo, una pobre olvidada en un mundo de mentirosas y poco realistas metáforas. Adornos innecesarios que cultivan la mente, aparte de realzar el ego del inspirado artista que la escribe.
La pobre muletilla había conseguido hacerse un hueco, literalmente hablando, especializándose para dar paso a un lenguaje sencillo en una historieta corta. Un entretenimiento vanal destinado a los más peques, pero estaba orgullosa de la recompensa que le ofrecía su trabajo, porque ella amaba a los niños. Le encantaba trabajar porque nunca sabía cómo iban a reaccionar los niños cuando ella actuara. La repentina atención que recibía le sumía en una felicidad indescriptible, para que os hagais una idea, era como ver una nota de un examen que sabes que has hecho bien después de un verano entero sacrificado. No era como un doble sentido, que si no es bueno no merece la pena crearlo, ella siempre cumplía con su deber.Tampoco era como una comparación... La simple idea de compararla con una comparación es una locura, las comparaciones varían, pueden pausar una novela, darle sentimiento a una poesía, o darle nombre a un ensayo. Mientras que nuestra muletilla no necesita de explicaciones para valerse en un texto. Será por eso que su soledad no fuera fingida, conseguía cariño de sus semejantes de formas poco ortodoxas, y siempre que cualquier relación se cruzara con su trabajo ella la acababa saboteando, era cuestión de principios, no necesitaba comer, ni respirar, ni relacionarse para existir. Sólo necesitaba ser leída, a cambio ella hacía lo único que sabía...
Continuará.